DÍA DE LA CANDELARIA

¿Hola, que tal amigos? Espero que hayan celebrado en grande el 2 de Febrero, día de la Candelaria.
Con esta celebración se da por terminada las fiestas de fin de año.
Esta fecha se celebra en recuerdo al pasaje bíblico (Lucas 2,22-39) de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento.
La fiesta es conocida y celebrada como la Presentación del Niño Dios, la fiesta de la Luz o la fiesta de las Candelas; cualquiera de estos nombres expresan el significado de la fiesta.
Cristo es la Luz del mundo presentado por su Madre en el Templo y que viene a iluminar a todos y de ahí se deriva el nombre Candelaria.
En el día de la Candelaria se hace el levantamiento del Niño Jesús, así como también levantar y quitar todas las figuras de los nacimientos y guardarlas hasta la próxima Navidad.

.El Día de la Candelaria se acostumbra que quien o quienes descubrieron el niño oculto en la rosca de reyes hagan una fiesta, tradicionalmente basada en tamales y champurrado de chocolate con leche. Esta tradición tiene raíces prehispánicas; en muchos pueblos sus habitantes llevan a la iglesia sus mazorcas para que sean consagradas para sembrar sus granos en el ciclo agrícola que inicia; el 2 de febrero coincide con el undécimo día del primer mes del calendario azteca…

Espero que hayan gozado de este bienvenido puente con motivo de la celebración de nuestra Constitución Mexicana.
Con especial cariño para el Ing. Dinamar Correa.
A mediados del siglo XIX en los años 1800-1899, solo existían dos partidos políticos en nuestro país: el conservador y el liberal. Los dos querían mejorar la situación, pero no estaban de acuerdo en la forma de conseguir lo que el país necesitaba. De 1833 a 1855, Antonio López de Santa Anna participó constantemente en la política. Intervino en muchos golpes militares, luchas internas y tropiezos económicos que vivió México. Lo mismo los liberales que los conservadores, muchas veces lo buscaron para que se hiciera cargo de la presidencia del país. La última ocasión en que sucedió esto fue en 1853. Con el propósito de acabar con el desorden, los conservadores formaron un gobierno centralista, y para encabezarlo trajeron del destierro a Santa Anna. El gobierno de éste se convirtió en una dictadura; el presidente suprimió los derechos y las libertades individuales, e impuso su voluntad personal. Vendió a los Estados Unidos el territorio de La Mesilla, cobró impuestos sobre coches, ventanas y perros y, finalmente, hizo que lo llamaran Alteza Serenísima. Con todo eso, el descontento se generalizó. En 1854 un antiguo insurgente, Juan Álvarez, se levantó contra Santa Anna y proclamó el Plan de Ayutla. Este exigía que Santa Anna dejara el poder y que se convocara un nuevo Congreso para que elaborara una constitución. La revolución de Ayutla, como se llamó a este movimiento, se extendió rápidamente. El dictador salió de México y desapareció del escenario político. Regresaría después de la muerte de Benito Juárez en el año 1872, para morir en su país, en 1876.
Con el triunfo de la revolución de Ayutla, llegó al poder una nueva generación de liberales, casi todos civiles. Entre ellos, El Benemérito Benito Juárez, Melchor Ocampo, Ignacio Ramírez, Miguel Lerdo de Tejada y Guillermo Prieto.
Una junta nombró presidente interino al general Juan Álvarez y después a Ignacio Comonfort. También convocó a un Congreso que trabajaría en una nueva constitución. El equipo de Comonfort dispuso leyes que suscitaron cambios importantes.

La Ley Juárez, por El Lic. Benito Juárez García, de 1855, aniquilaba los privilegios del clero y del ejército, y declaraba a todos los ciudadanos iguales ante la ley.

La Ley Lerdo, por El Veracruzano Miguel Lerdo de Tejada, de 1856, obligaba a las sociedades civiles y eclesiásticas a vender casas y terrenos que no estuvieran ocupadas a quienes los arrendaban, para que esos bienes originaran mayores riquezas, en beneficio de más individuos.

La Ley Iglesias por Don José María Iglesias), de 1857, regulaba el cobro de derechos parroquiales.

Ahora te invito a saborear uno más de mis poemas que espero sinceramente sea de tu agrado y merezca tu atención.

“Mis cabellos”

Te dejo ver mis ojos dormilones,
con detenimiento te miras en ellos
y puedes respirar el suave aroma
que esparcen mis rizados cabellos.
Gózalo así, ¡mudo! sin pronunciar palabras,
pasa tus manos, rózalos con tu ternura
embriágate, en el néctar de mi aliento y en el perfume de mis cabellos
Cuando abrazarte anhelo en la penumbra de la noche
Me inclino a tu pecho... una cortina de rizos, cae sobre ti,
ensortijado y suave.
¡Secuestro sutilmente tu varonil rostro
para con tus besos sucumbir al amor!

Felicitaciones a mi queridísima hermana la Profesora María Irene Ovis Pedrero por estar anexando un año más de vida, este 10 de Febrero. Y quién será agasajada por su esposo el Lic. Liborio Correa López, su querido hijo José A. Ovis P, su nuera Lupita Jiménez y sus preciosas nietas Abril Y Fernanda Ovis Jiménez, allá en Jalapa tabasco.
Nos vemos en nuestra próxima edición.
¡Dios contigo…siempre!...


Publicado en la revista Suceso edición 429 de fecha 09 de Febrero de 2011