martes, 6 de julio de 2010

Tres grandes personajes que nos atañen en cuestiones culturales, fallecieron en este mes de Juno (junio)



José Saramago de talla internacional y quién decía sentirse vivo, vivísimo al hablar de la muerte…
Nuestro personaje imprescindible para entender al México contemporáneo, Carlos Monsiváis, escritor Nacional al que nos adentramos perfectamente en su territorio.
Hildo Gerardo Gómez Jarrín, quién apasionadamente prendió la recalcitrante llama en el corazón de jóvenes tabasqueños para cultivar las artes escénicas de la dramaturgia.
A José Saramago se le recuerda por sus escritos que hablan de los males que aquejan a la sociedad actual: "Nos falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo de pensar y me parece que sin ideas, no vamos a ninguna parte. Esto desde su punto de vista nos deja claro que se necesitan en la actualidad mentes creativas a la hora de escribir.
Saramago era de las gentes que la muerte no le asustaba, y solía decir... "La muerte es, sencillamente, no haber estado”.
En la presentación de su libro Caín en noviembre pasado decía sentirse "vivo vivísimo cuando hablaba de la muerte", ese día declaró que él no escribía para agradar. "Escribo para desasosegar a mis lectores".
José Saramago ganó el nobel en 1988, entonces los jerarcas católicos se volcaron en severas críticas aduciendo que ¡cómo era posible que un ateo declarado y actuante agnóstico recibiera el más grande galardón de la literatura!.
Entre algunas de sus obras más destacadas se encuentran: Tierra de pecado, Cuadernos de Lanzarote y el Hombre duplicado. En su obra de gran imaginación, describe con ironía los sucesos que viven los personajes, deslizando la crítica con pulcritud y no como fin en sí misma, sino como un realismo en la humanidad.
José Saramago nacido en Santarém Portugal un 16 de noviembre de 1922 y acaecido en isla Lanzarote, Las Palmas España el 18 de Junio de 2010.
De familia muy pobre, abandono sus estudios y trabajo de obrero, administrativo, periodista entre otros oficios destacó como autodidacta y un lector consumado ya que su gusto por la lectura lo llevo a leer casi todos los libros de la biblioteca de su pueblo.


Carlos Monsiváis, nos deja como legado un territorio donde las fronteras están delimitadas por sus numerosas obras.
Desde el territorio ético, estético y moral que fundó Carlos Monsiváis, millones de hombres y mujeres hemos observado por décadas la grandeza y la desgracia cotidiana de un incierto país llamado México, y nos hemos reconocido por el uso compartido de herramientas que reivindican nuestros derechos minoritarios, excitan la inteligencia colectiva y mitigan el dolor personal; a saber: el ingenio, la parodia, la memoria, la crítica y la perspectiva, que sin embargo de nada nos habrían servido si no las hubiésemos empleado.
Monsiváis es un apellido catalán y al mismo tiempo un paisaje: Un paisaje que se extiende hacia todas las direcciones, que marca una ágil y prodiga pluma y que abarca por ello un inmenso territorio, donde conviven –y no precisamente en paz– todas las mujeres y todos los hombres que son víctimas de alguna forma de exclusión por su condición minoritaria, en un mundo en el que todos somos parte no de una sino de múltiples minorías.
Minoritarios por nuestro origen, por nuestra lengua, por nuestra posición económica dentro de una clase social, por nuestras creencias o indiferencias religiosas, por nuestras inclinaciones filosóficas, por nuestras preferencias sexuales, políticas y deportivas; por todas estas razones que de manera contradictoria y simultánea nos permiten a la vez ser integrantes de las grandes mayorías que excluyen, reprimen y aplastan a nuestra sociedad.
En la cultura anglosajona Woody Allen es la síntesis del humor de Charles Chaplin y los hermanos Marx; en México el humor de Monsiváis es la síntesis de Woody Allen y la familia Burrón.
Los felices juegos de palabras de Monsiváis (mi reino no es de este rumbo), es ahora la tan reverenciada irreverencia su ejercicio contenido y elegante, pero siempre feroz, de la burla; el éxito transexenal de Por mi madre, bohemios –incomprensible fuera de México, como bien apuntó Hermann Bellinghausen–, fueron todos estos años reflejos y espejos del estado de ánimo y de la madurez política de nuestra sociedad, pero también garantía de su permanencia en la vida (y en la vía) pública.
Si algo nos identifica a quienes somos conscientes de que habitamos por voluntad propia el territorio de Monsiváis, esto sin duda es el humor que él con suma maestría supo descubrirnos.
Heredero de las sátiras liberales del siglo XIX, de los panfletos burlescos y agitadores de Posadas a principios del siglo XX, imposible dejar de mencionar el teatro de carpa que a finales de los 40 denunciaba a Miguel Alemán y sus 40 ladrones, el autentico humor político de izquierda, perseguido y condenado a través de los siglos por la Iglesia, en los primeros años 50 fue secuestrado por la televisión: la santa alianza que duró más de medio siglo desde Chapultepec 18, dónde nos indicaban, cuándo debemos celebrar sus chistes con risas grabadas.
En los acaramelados años de la represión diazordacista (acaramelados, por lo dulce comparados con el horror de hoy), muy a pesar de la censura religiosa y electrónica, el humor político de izquierda volvió por sus fueros en las mantas y las pintas del movimiento estudiantil del 68 y se instaló en las páginas de la prensa verdaderamente crítica y también por eso minoritaria hasta nuestros días.

Lamentable es para el arte escénico Tabasqueño y la cultura el deceso del maestro Hildo Gerardo Gómez Jarrin,
La tarde de este martes 8 de junio, a los 68 años de edad, víctima de un infarto masivo al miocardio, en la ciudad de Villahermosa dejó de existir el actor y promotor cultural Hildo Gerardo Gómez Jarrín
El decano histrión nació el 3 de octubre de 1941 en la capital tabasqueña. Actualmente se desempeñaba como coordinador del teatro Esperanza Iris, al momento de su fallecimiento contaba con 68 años de edad.
Goméz Jarrín desde joven mostró interés por el arte y la cultura, y este gusto lo llevó a la Escuela de Bellas Artes de Tabasco, de 1960 a 1966, cursó la carrera de actor y maestro de teatro dentro de un plan piloto de educación artística avalado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
De 1964 a 1967 se desempeñó como maestro de arte dramático en la Escuela de Bellas Artes de Tabasco y fue director fundador del Teatro Universitario de la UJAT.
Bajo la dirección de la actriz Carmen de Mora participó en las puestas en escena Rosalba y los llaveros, Las lámparas del cielo y la Tierra de Emilio Carballido, El mago de Oz” de Lyman Frank Baum, El pájaro azul de Maurice Maeterlinck; y la vida de Hellen Keller entre otras.
En forma simultánea fue maestro de enseñanza especializada de educación artística en la Escuela Técnica Industrial Nº 1. Fue director del teatro del IMSS, Delegación Tabasco, de 1968 a 1973.
Ya desde 1984 a 1988 se desempeñó como director de la Unidad de Comunicación Educativa de la SECUR-Tabasco, y de 1989 a 1991 fue asesor de Actividades Culturales en la Dirección General de Comunicación Social y Relaciones Públicas del Gobierno de Tabasco. Permaneció activo en la organización de las Muestras Estatales de Teatro y otras actividades vinculadas a las artes escénicas. Además de su labor como docente y promotor cultural, se desempeñó en diversos medios de comunicación, fue Vocal Ejecutivo de la Comisión de Radio y Televisión de Tabasco (CORAT), De 1992 a 1994.
Participó en innumerables eventos artísticos, poéticos y culturales en Tabasco y otras entidades del país. De 1994 a la fecha se desempeñó como docente y director de escena de diferentes puestas.
Descanse en paz nuestro querido Hildo Gerardo Goméz Harrín.



REFLEXIÓN
Somos hijos del Rey de reyes y Señor de señores.
En los días que te encuentras temeroso por alguna circunstancia "deposita tus miedos en Dios
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, en momentos de angustia". Salmo 46.1 (NVI)
Así que "Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones o ante sus problemas, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará". Deuteronomio 31.6. (NVI). Él nos dice "Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, dice el Señor, que de ti se compadece." Isaías 54.10. (NVI)
La Biblia nos dice: "Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren". 2 Corintios 1.3-4 (NVI)

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