jueves, 9 de septiembre de 2010

DANDO AMOR



Hola mis queridos lectores es un placer estar de nuevo con ustedes, les dejo mi saludo con gran afecto y mi gratitud por acompañarnos en la lectura de estas páginas que con todo cariño y esmero les dedico, sean felices y dibujen en su rostro una gran sonrisa…

DANDO AMOR

Hombres y mujeres, cada uno nos ofrece algo distinto. Algunos seres, son como las baldosas del suelo, apenas sí entran un instante en nuestro ángulo visual para desaparecer, tristemente, bajo nuestras pisadas...

Otros seres, como un molesto insecto en una noche de bochorno, nos impacientan, nos despiertan y nos hacen estallar en palabras de queja o de rabia desesperada. Otros, simplemente, callan sumisos, y pasamos junto a ellos casi sin percibir su existencia…

Sin embargo, ninguno de nosotros puede pasar ante un enfermo o un pobre cuerpo deambulante... arrojado en un frio lecho de hospital o en una sucia esquina de la calle sin sentir ese sentimiento que se mueve en nuestro interior. Cada persona que sufre nos interpela y nos llama a algo. No podemos ser indiferentes a su dolor. Sus heridas y sus muecas de angustia, en cierto sentido, hacen mella en nuestro corazón y nos gritan de modo constante.

Los ojos de los enfermos, especialmente de los más graves, tienen una
luz especial. Hay algo de crepúsculo, de viola y de gris, de océano agitado por el viento, de borrasca marinera, de paz, de llano fresco, lo desc
ubrí en mi padre... lo corrobore en los ojos de mi madre... tras esas pupilas que se fijan en un punto desconocido de la habitación, de la calle... del ser más cercano que a su lado este en su compañía…

El enfermo llama como nadie a nuestras vidas. Parece que necesita algo, si es que no tenemos que decir que necesita a alguien… No se contenta ni con una caricia, ni con una palabra, ni con un beso. Nos necesita enteros, sin fracciones. Estar con él, ser suyos, dejarnos poseer por quien, en el fondo, nos pide sólo amor y cercanía.

Se habla mucho del dolor humano. Se gradúan cada año nuevos médicos. Se construyen grandes hospitales. Pero la soledad de un enfermo sólo puede apagarse con la esperanza de que la puerta se abra para dejar pasar un rostro sonriente de un amigo sincero, de un familiar fiel y constante, de un médico que hable con claridad y afecto, de un sacerdote, un pastor o un ministro que traiga un poco de fe, de esperanza, y la tan ansiada reconciliación espiritual consigo mismo.

Se habla mucho del deseo de la muerte y de la desesperación de muchos
enfermos terminales. No se habla para nada de la desesperación y la amargura de quien ve sufrir y morir al ser amado.

La muerte no es nunca un asunto estrictamente personal...

Cuando un ser querido muere morimos un poco todos. Su partida es nuestra partida. Pero mientras comparta nuestro mismo aire y pueda mirarnos con sus ojos quietos no podremos dejarlo solo.

Sufrimos con él, y su sufrimiento entra en nuestro corazón y se hace una herida que nos lacera. Herida que es suya por su agonía y que es nuestra por verle sufrir... sin poder solventar su dolor. Quien se da a un enfermo gana indulgencias del cielo, porque el enfermo ha sido abrazado con afecto, con amor.

El amor puede curar más que muchos antibióticos... o medicamentos de cualquier índole, dados, a veces, con la frialdad de la técnica. Puede curarle a él y curarnos a nosotros mismos, entregándonos... dando amor, es hasta entonces, y sólo entonces, que podremos construir un mundo más humano equilibrado y justo.


CAMBIOS Y APRENDIZAJE

Si hablamos con la verdad, habrá menos mentira en el mundo... Somos seres humanos llenos de pasión, no abandonemos las ansias de hacer de nuestra vida algo extraordinario. No dejemos nunca de soñar, porque sólo realizando sueños se libera el hombre.

Piensa que en ti está el futuro, y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Sigue siempre adelante, que el camino, se abrirá más amplio cada vez que pases Pero cree en la vida y en tu paso firme... desecha los atajos... quita piedras del camino... despéjalo para que el que venga atrás no tropiece con lo que tu hayas caído, cree en la gente que de ti no se separa. Observando que todas las personas están dotadas de cualidades y defectos, la felicidad no se encuentra en lo que una persona tiene, sino en lo que esa persona es. Cree y conserva las amistades... ¿Qué es la amistad? es la mano que se une a la tuya, es una lágrima que se une a tu dolor, un favor que no espera recompensa, es la puerta que se abre, es persistencia y espera...

Sin cansancio lucha ¡¡dispuesto a morir por una causa!! Si no; nunca sabrás para qué vives. ¿Buscas la felicidad?... esa está en gran medida en ti es un estado mental... La felicidad es algo dentro de uno, ¡¡despójate de la tristeza, despójate del dolor y sonríe buscándola!! Trata de que nada ni nadie te hiera... y si sucede, perdona, en la medida que sepas perdonar... serás libre, no seas esclavo del odio, del rencor solo saldrás enfermo, pues te debilita y te ensaña contra ti mismo tornándote un ser frio, silencioso que solo mina su cuerpo y su mente de enfermedades y negativismo, cultívate en el inmenso jardín de la perseverancia y practica con amor y sin egoísmos la caridad.

Aunque no seas un santo, ni un ángel, ya tienes para ti reservado el perdón de Dios... el cielo es tan inmenso, que cada quien ya posee su pedacito.

Si el encanto de la vida murió en el camino, que otro camino surja a tu encuentro.

Si un amor te desprecia, que no destruya el tuyo propio... ese no debe morir nunca... es el que tienes tu para renacer a otras oportunidades en el amor, para amar a plenitud, sufre tu desencanto pero no te entregues a él para siempre, trata de aplicar un proverbio que dice, únete a quien te ama... no a quien tu amas.

Que la esperanza nunca abandone a tu Espíritu y junto con él seas un ser victorioso; es deshonesto el hombre que enloda su espíritu con conductas apropiadamente reprensibles e inmorales.

La belleza de una persona no se ve con los ojos sino con el corazón; si valoras más la amistad que el ego, el compromiso más que el orgullo, has sido bendecido.

El sufrimiento no se mitiga con auto-compasión, sino que se supera con determinación interior y fuerza espiritual.

Recuerda dialogar con Dios, para reencontrarnos en la dicha y el perdón...

No te enamores de alguien a distancia... pero si sucede; Descubre que el amor puede subsistir aún en ella con constancia y comunicación, que cuando alguien te dice te quiero puede estar mintiendo, pero estás obligado a creer.... que cuando dice ¡¡te amo!!... ¡¡puede ser un grito desesperado de ámame tú!!...

El amor es un enigma mientras no tiene roce de piel a piel... mientras no hay una caricia... mientras no exista un beso apasionado... un amor en la distancia solo sobrevive si las dos partes son una sola en constancia, perseverancia y comunicación, si desaparece, en verdad nunca existió... libérate entonces de lo que nunca fue tuyo.

Queridos lectores hoy les comparto uno de mis poemas con el tema actual de nuestro Estado…

En Tabasco


En Tabasco...
El agua es cristalina vida...
Los ríos se derraman
el agua fluye, corre
las casas siempre se hunden

En Tabasco...
El cielo azulino se oscurece
los ríos fluyen con gran fuerza,
el caudal se derrama,
los hogares sucumben
¡enmudece el hombre,
sufre de hambres el niño,
una madre llora!

Agua que cubre y arrebata
¡cristalina sangre!...
Que se extiende por el sendero
abandonando al hombre, perdiendo almas.
Agua de poetas, que confluye, y pierde
su dulce cadencia
¡embraveciendo su torrente
envolviendo a la ciudad dormida:

En Tabasco...
¡despertemos todos,
nuestro terruño, ¡es armonía
unidad bravía!
Es luz del día,
de la noche...alegría.
Refulge el sol...brilla la luna
¡La Esmeralda del Sureste...
solo es una!


Publicado en la revista Suceso edición 420 de fecha 08 de septiembre de 2010.

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